Asociar la palabra Rubicon al Jeep Wrangler es hablar desde hace algún tiempo de las ediciones más potentes (y se podría decir que puras) del legendario todoterreno. Pero en la última revisión y con el añadido del motor 2.8 CRD de 200 CV a la gama, ese sinónimo dejó de ser válido, puesto que el motor diésel era un caballo más potente que el gasolina.
En la pasada generación TJ, el motor más potente utilizado en el Jeep Wrangler era el 4.0 de seis cilindros en línea, con una potencia máxima de 190 CV. Con la llegada de la generación JK (actual) ese motor cambió a un nuevo V6 3.8, cuya potencia máxima subía un poco respecto al I6, llegando hasta los 199 CV. Ahora, con el modelo de 2012, ese motor se ha sustituido por un Pentastar V6 3.6 y con una potencia máxima de 285 CV. Downsizing sin perder pegada, más o menos.
Un aumento de potencia que no se ha traducido en un aumento de los consumos (al menos sobre el papel), puesto que el Jeep Wrangler ahora homologa un consumo en autopista (según ciclo en EEUU) de 13,45 l/100 km (21 mpg), mientras que el anterior motor V6 3.8 ascendía hasta 14,86 l/100 km (19 mpg). Este rebaja en el consumo también esta motivada por la nueva caja de cambios automática de cinco relaciones (ya era hora…), compartida con el actual Jeep Grand Cherokee.
El par máximo también ha subido ligeramente en comparación con el anterior modelo, pero menos que la potencia. Mientras que la potencia máxima se ha incrementado en nada menos que un 40%, el par máximo crece en un 10%, llegando a los 353 Nm. Diría que estos cambios, aumento de potencia y relaciones algo más cortas, ayudarán al Jeep Wrangler a ser mucho más campero todavía, sobre todo en las versiones Rubicon, las más preparadas para el campo.
Por ejemplo, la primera marcha es más corta que en la anterior caja de cambios (de cuatro relaciones) y en general, las reductoras también son más cortas que en el modelo precedente. Con esto se ha conseguido que el motor se mantenga en el rango de revoluciones óptimo durante más tiempo, beneficiando el consumo y las prestaciones. El modelo de 2012 acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos, mientras que los Jeep Wrangler equipados con el V6 3.8 lo hacían en 11,4 segundos. Tres segundos de mejora es mucha mejora.
En lo referente a cambios estéticos exteriores o del interior, el Jeep Wrangler de 2012, por lo que se mantiene idéntico al modelo de 2011. Lo único reseñable de este cambio de Model Year es que los Rubicon ahora también comparten colores de la capota con las ediciones Sahara. Poco más. Ni se han anunciado precios ni llegada a España. Ni siquiera a Estados Unidos. Lo más probable es que lo haga en el último trimestre de 2011 en su país “natal” y más adelante llegue a Europa, ya en 2012.
P.D.: ¿Hace falta decir que me corroe la envidia ver la galería de imágenes y esos parajes para disfrutar del 4×4? Creo que no…
Fuente: Jeep
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