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El Aston Martin DB5 de Paul McCartney, a subasta

Varios son los fabricantes automovilísticos típicamente británicos. Mini, Jaguar, Land Rover… y por supuesto, Aston Martin, quizás la joya de la corona de los deportivos ingleses. Asociado indefectiblemente al agente 007, muchas han sido las figuras británicas que han conducido un Aston Martin. Realmente, y aparte de la Reina Isabel, el Big Ben o el five o´clock tea (y ya paro con los tópicos), ¿hay algo más puramente british que la elegancia de un Aston Martin?

Pues probablemente sí, ¡The Beatles! Iconos británicos que exportaron su cultura y su música por todo el mundo, más allá de fronteras, los McCartney, Lennon, Harrison y Starr no dejan de estar de actualidad, por muchos años que pasen. Y, en este caso en particular, se unen Aston Martin y The Beatles (o más concretamente, Paul McCartney en particular) dando forma a un Aston Martin DB5 con una impagable historia a sus espaldas.

Precisamente el Aston Martin DB5 es uno de esos clásicos con mayúsculas, y quizás si tuviésemos que escoger un único modelo en toda la historia de la marca británica, muchos elegirían este. También es todo un emblema para muchas películas de James Bond, como “Goldfinger”. Con motor Tadek Marek de seis cilindros en línea, 3.995 centímetros cúbicos y 280 CV, esta unidad, con número de chasis DB5/1653/R, fue comprada nueva por el propio Paul McCartney en 1964.

1964 sería también un año importante para los propios Beatles y de mucho éxito. De hecho, Macca compraría el coche semanas antes de iniciar una gira mundial en verano de ese mismo año y de publicar “A Hard Day´s Night”, aunque la entrega de este Aston no se produciría hasta el 22 de Septiembre.

Con interior tapizado en cuero negro, no cabe duda que este coche es todo un ejemplo de elegancia atemporal. Además, contaba con las llantas multirradio cromadas, muy típicas de los deportivos de la época, amortiguadores Armstrong Selectaride, radio Motorola o un equipo de sonido Philips Auto-Mignon de lujo, toda una rareza en la época.

Realmente, este DB5 fue el primer Aston que poseería el bajista de los Beatles (posteriormente adquiriría un DB6), y lo conduciría durante seis años, hasta 1970, año en el que lo vendió. Después esta unidad cambiaría de manos un par de veces más, en 1983 y 1996, hasta el año 2002, cuando fue adquirido por un coleccionista británico que, dado su valor histórico, se decidió a restaurarlo completamente conforme a sus especificaciones originales, incluyendo su exterior en color “Sierra Blue”, interior o partes de su motor.

El próximo miércoles 31 de Octubre, RM Auctions subastará este Aston Martin DB5 1653/R en Londres, y con la historia que tiene detrás, se espera que alcance una cotización bastante elevada, entre los 375.000 euros y los 475.000 euros.

Fuente: RM Auctions

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Fran López

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