La presentación de un nuevo Lamborghini siempre resulta suficientemente emocionante e inspiradora, incluso en este caso en el que tan solo se trata de un prototipo, uno más que añadir a la lista de los ya presentados en los últimos años. Pero 2013 no es un año cualquiera, se cumplen cincuenta años de la fundación de la marca de Ferruccio Lamborghini y esta primavera se han iniciado toda una serie de actos conmemorativos en los que Lamborghini ha querido deleitar a toda una serie de clientes VIP con la presentación de este prototipo tan especial.
El Lamborghini Egoista se ha concebido bajo una temática recurrente, la inspiración aeroespacial. Pero lo más notorio y llamativo es sin duda su formato monoplaza, con una cúpula transparente similar a la de un caza bombardero o el helicóptero Apache, que ante una emergencia es capaz de eyectar al piloto. Recordemos que otro modelo anterior, el Lamborghini Reventón fabricado en una tirada muy limitada, estaba basado en el caza F22 Raptor.
Egoista, a fin de cuentas, es un buen nombre y nada casual para un deportivo que ha sido pensado para un único ocupante, su piloto.
Un monoplaza con motor V10 y 600 CV de potencia
No se ha concretado sobre qué plataforma se ha construido exactamente este prototipo, aunque podemos intuir que se trate de la del Lamborghini Gallardo. El motor que emplea es el 5.2 V10 potenciado hasta los 600 CV. No existen más datos acerca de sus prestaciones pero sí sabemos que contará con elementos aerodinámicos activos, como flaps que se despliegan para añadir carga aerodinámica y mejorar la estabilidad en alta velocidad. El motor también cuenta con unos conductos de refrigeración que se abren y cierran en función de las necesidades de este.
En la zaga el motor está parcialmente descubierto por dos razones, potenciar la agresividad del deportivo y ahorrar peso.
Si el Lamborghini Veneno gozaba de muchos detalles más propios de un GT de carreras que de un deportivo de calle, la disposición monoplaza de este Lamborghini Egoista hace que también guarde cierto parecido con un prototipo de carreras, como los que compiten en las series de Le Mans.
A la hora de hablar del diseño del Lamborghini Egoista, el equipo dirigido por Walter de Silva con dos responsables encargados para el exterior y el interior, Alessandro Dambrosio y Stefan Sielaff respectivamente, apuntan a que todos los detalles se han centrado en evocar a la aviación y al helicóptero Apache.
Todo el chasis y la carrocería han sido diseñados en un monocasco de fibra de carbono y refuerzos de aluminio. Lamborghini dice que los materiales empleados en su carrocería evitan que sea detectado por los radares, aunque no se trata de lo que probablemente estarás pensando. A lo que en realidad se refieren es que estos materiales disminuyen la intensidad de rebote de las ondas que envían los dispositivos de radar utilizados en el ámbito militar, son similares a los de los cazas invisibles (Stealth).
Incluso la iluminación mediante LED es más propia de un avión que de un deportivo, puesto que no solo ha sido pensada para delimitar su posición sobre el asfalto sino en tres dimensiones, véase el detalle de los pilotos sobre el techo o la iluminación anaranjada en la base sobre la carretera.
“Step here”: ¿cómo me subiré a bordo de un deportivo monoplaza con cúpula de cristal?
En el estrecho habitáculo el conductor cuenta con un cuadro de instrumentos minimalista, un asiento con arneses de cuatro puntos y airbags. La cúpula retráctil que da acceso al habitáculo se eleva mediante un dispositivo mecánico. El acristalado también ha sido construido con materiales que evitan los deslumbramientos y un tintado anaranjado.
Para salir, el conductor tiene que desmontar el volante y dejarlo sobre el salpicadero, accionar un elevador del asiento que a su vez gira 180º para salir saltando sobre su carrocería. De hecho, Lamborghini ha tenido el detalle de marcar una pieza de fibra de carbono con un indicador “Step Here” indicando el lugar en el que debemos pisar para salir con seguridad y no dañar el coche.
Con este sistema de acceso no tiene pinta de ser más incómodo para acceder que un deportivo de competición con jaula de seguridad.
Es un prototipo, y nada más. Lamborghini no tiene prevista su comercialización ni lanzar un monoplaza de calle en un futuro cercano, aunque esa posibilidad jamás la podremos descartar. Recordemos que el Lamborghini Veneno fue construido para una limitadísima tirada de tres unidades, cada una vendida por 3,58 millones de euros. El caso del Lamborghini Aventador J es aún más interesante. Lamborghini tan solo dedicó seis semanas en su construcción y tras su presentación a Winkelmann le bastaron unas llamadas para adjudicárselo a uno de sus clientes por 2 millones de euros.
Sin dejarnos llevar por la exaltación de un nuevo Lamborghini, está claro que hasta cierto punto este prototipo es visionario. En 2005 Lamborghini ya investigó diferentes configuraciones de habitáculo con el Lamborghini Concept S y desde sus orígenes ya rompieron moldes con avances transgresores en su época como el motor trasero central.
Walter de Silva cree que ha sido diseñado como si Ferruccio Lamborghini hubiera ordenado desde el cielo: “Quiero que me pongan el motor detrás y no quiero llevar a ningún acompañante. Quiero este coche para mí y tal y como lo he imaginado.”, en definitiva, un alarde al propio nombre del vehículo, Lamborghini Egoista…
Fuente: Lamborghini
En Diariomotor: Lamborghini Aventador J | Lamborghini Reventón | Lamborghini Veneno