En presencia de los aficionados y representantes de la prensa que estaban esperando el momento de la presentación oficial del RB10 en Jerez, Red Bull era puntual a su cita y con el respaldo de Christian Horner, Sebastian Vettel (actual campeón del mundo), Daniel Ricciardo y Adrian Newey, mostraba el que será el monoplaza defensor de las coronas de la temporada anterior (pilotos y marcas) durante el Campeonato Mundial de 2014.
A diferencia de los vehículos mostrados hasta el momento, a priori el RB10 se muestra en exceso continuista con sus predecesores toda vez que no parece haber asumido riesgos en su diseño.
En líneas generales, estamos ante un coche sin estridencias en el que destacan el torneado redondo de los pontones y su terminación consecuente con el cubrecapot y la parte baja de la carrocería, para dar paso a una zaga bastante limpia que sin duda está enfocada a que el aire que llegue allí sea lo suficientemente generoso en cantidad como para surtir efecto sobre el difusor.
Dotado de un rake pronunciado, por otro lado seña de identidad de las máquinas de Milton Keynes, el Red Bull para 2014 sigue depositando su confianza en la configuración de suspensiones estrenada por la austriaca en 2009 sobre el RB5 (push-rod delantera y pull-rod en el eje trasero), y en una cuidada aerodinámica que ofrece un aspecto muy conservador —como decíamos anteriormente: apenas asume riesgos ni presenta novedades reseñables— pero que sin embargo, supondrá sobre la pista que el RB10 pueda extraer todas las prestaciones de la unidad de potencia Renault toda vez que el drag parece muy bien controlado.
Al hilo, comentar que tal y como mencionábamos ayer, las aberturas de los pontones del RB10 son muy similares en tamaño a las vistas sobre su hermano menor el STR9 de Toro Rosso, lo que apunta a que las exigencias de ventilación del propulsor francés están por debajo de las mostradas por los equipos que montan turbo Mercedes-Benz (McLaren, Williams, Sahara Force India y el Mercedes AMG del que hablaremos esta tarde), y al menos, a la misma altura que aquellos que llevan propulsor Ferrari (Sauber y la propia Ferrari, de momento).
Lo cierto es que con Adrian Newey por medio uno nunca sabe a qué atenerse. El ingeniero británico ya ha demostrado sobradamente su capacidad para llevar al límite sus vehículos, y aunque el morro del RB10 no deja de parecer sosote, incluso con el espigón sobresaliendo de la nose, ya que recuerda a las soluciones adoptadas desde el RB7 en adelante, se intuye que la configuración adoptada tiene a llevar la mayorparte del caudal frontal de aire hacia las inmediaciones de la zona media del monoplaza, para que desde allí llegue bien organizado y discurriendo por la parte inferior de los pontones, hacia una zaga que se propone como el área de mayor interés del vehículo, ya que como se puede observar en la imagen de abajo, sobre el difusor surge un volumen oscuro que podría corresponder a una salida de aire caliente que ayudaría a obtener el rendimiento aerodinámico adecuado en la terminación posterior del fondo plano.
No se puede negar que es bonito, y por fortuna sabremos muy pronto qué tal se desenvuelve en pista porque los entrenamientos de pretemporada ya se han iniciado en Jerez, y el piloto encargado de hacer rodar el RB10 es nada más y nada menos que el vigente campeón del mundo, Sebastian Vettel.
En Diariomotor: Fórmula 1. Toro Rosso presenta su STR9 en Jerez
