Probablemente te estés preguntando si el mundo se ha vuelto loco. Este fin de semana conocíamos que este flamante Ferrari 335S Spider Scaglietti había estado a punto de convertirse en el deportivo más caro jamás subastado, alcanzando una puja de 36 millones de dólares, unos 32 millones de euros al cambio actual. Y hoy conocíamos otra noticia. Lionel Messi habría sido el afortunado que se ha hecho con él, superando – para más inri – a su archienemigo – por decirlo de alguna forma – en los terrenos de juego, Cristiano Ronaldo. ¿Estamos ante una nueva excentricidad de futbolistas? ¿O este movimiento esconde algo más?
Probablemente estés pensando que los jugadores de fútbol tienen tanto dinero que ya no saben en qué gastarlo. Definitivamente, para pagar 32 millones de euros por un coche es necesario tener mucho dinero. Pero estamos convencidos de que Lionel Messi, de confirmarse la información publicada por Robb Report que apunta a que el vendedor ha reconocido que él es su nuevo propietario, no se dejará ver por la calle con su nuevo Ferrari. Y difícilmente llegará en un clásico de 1957 a los entrenamientos, rompiendo la disciplina comercial que exige que utilice su coche de empresa, su Audi.
El hecho de que Cristiano Ronaldo también estuviera presente en la puja tampoco es casualidad, ni un designio del destino, sino probablemente una estrategia de inversiones que merece la pena tener muy en cuenta.
En los últimos años hemos asistido a lo que según muchos analistas es una auténtica burbuja. Hablamos de clásicos que multiplican su precio, en una escalada aparentemente irrefrenable, que está llevando a muchos capitales a dirigir sus inversiones hacia un negocio que antaño estaba reservado sobre todo a los coleccionistas. Hoy en día son muchos los que ven con buenos ojos la inversión en clásicos, especialmente en un momento en que muchos otros valores han dejado de ser seguros.
Que un jugador de fútbol adquiera un clásico no es noticia, ni nada que nos deba extrañar.
Que un futbolista puje por uno de los clásicos más caros jamás subastados ya debería llamar nuestra atención.
Pero, definitivamente, que los dos mejores jugadores del mundo hayan pujado por el segundo clásico más caro jamás subastado, y uno de ellos se haya hecho con él, como mínimo debería sorprendernos y llevarnos a imaginar que alguien está asesorando a los futbolistas para invertir su dinero en estas piezas. Clásicos que muy probablemente seguirán revalorizándose, y a buen ritmo, en los próximos años.
Ya sabes, la especulación y la burbuja del automóvil clásico.
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Última actualización. Robb Report ha eliminado de su página web el artículo que, basándose en las informaciones del vendedor, aseguraba que Messi había adquirido el Ferrari, y Cristiano Ronaldo había pujado. Aún se puede ver en el caché de Google.
Por otro lado, CNBC publica que sus fuentes apuntan a un comprador de Ohio.
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