Los fabricantes ya no saben qué hacer para aumentar la eficiencia y rendimiento de sus motores, sobre todo sin disparar los costes. Hay muchas ideas que combinadas nos hacen soñar con el motor perfecto, sin embargo todavía hoy recurrimos a ideas archiconocidas que han sido evolucionadas con el paso del tiempo. Hace mucho que no conocemos una verdadera revolución en los motores de combustión interna, sin embargo Honda podría dar la sorpresa tras descubrirse unas patentes de un diseño de motor de cilindrada variable capaz de alterar su funcionamiento para trabajar con hasta 15 cilindradas diferentes.
A través de los compañeros de Autoguide hemos conocido unas patentes de Honda registradas en la oficina de patentes japonesa relacionadas con un diseño de propulsor capaz de alterar el volumen de cada cilindro variando la longitud que recorre el pistón en su movimiento alternativo. Sobre el papel, esta idea ofrece un sinfín de posibilidades en materia de consumo de combustible y rendimiento, pues un motor como el patentado por Honda modificaría su cilindrada en función de la demanda de potencia que realicemos.
El concepto de motor de cilindrada variable, no confundir con los motores de compresión variable de Saab o Peugeot–Citroën, basa su funcionamiento en la capacidad real para alterar el recorrido del pistón del PMI (Punto Muerto Inferior) al PMS (Punto Muerto Superior), modificando así el volumen aspirado que realiza el pistón en su fase de admisión. Si ese recorrido se puede modificar, el motor podría trabajar bajo diferentes cilindradas, hasta 15 según la patente. Ciñéndonos a los primeros bocetos descubiertos de Honda, esta tecnología podría aplicarse a motores de 3, 4 y 6 cilindros, lo que vendría a ser el grueso de los motores disponibles en la gama Honda.
No podemos olvidar que el concepto de motor de cilindrada variable no es nuevo que digamos. Existen diversas patentes que plantean este concepto, si bien nunca nadie se ha atrevido a explotar las posibilidades de estas mecánicas más allá de laboratorios o pruebas experimentales. La patente de Honda no es ni mucho menos un primer paso hacia la producción, es eso, una idea registrada como tantas otras. En pleno proceso de electrificación, parece muy difícil que un fabricante decida arriesgarse a reinventar el motor de combustión interna. La idea es buena, pero su complejidad y costes de desarrollo e implementación son factores críticos.
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