Fin de semana aciago para Fernando Alonso. Prácticamente no ha tenido ni una sola sesión normal (sin problemas técnicos de algún tipo) y el accidente en carrera con Kimi Räikkönen ha deparado mucho más de lo que en principio parecía. Y es que al parecer, el motor Honda del MP4-30 de Alonso se ha partido por la mitad y ha quedado completamente inservible por lo que el equipo deberá estrenar una nueva, la sexta, para el Gran Premio de Gran Bretaña.
El equipo con sede en Woking precisamente quería evitar esto, el tener penalizaciones en Silvertone ante su público y lamentablemente les ha salido la jugada mal ya que además del abandono de Button por problemas de motor se suma el propulsor partido de Alonso. El español previsiblemente tendrá una vez más 25 posiciones de sanción, por lo que salvo sorpresa (o ayuda de su compañero o de uno de los Red Bull/Toro Rosso) saldrá desde la última línea de parrilla y además tendrá una penalización en carrera. Annus horribilis.