Como dije ayer, ya poco importa el que hubiera sido el futuro deportivo de Jules Bianchi. El piloto galo demostró al volante del Manor una pequeña parte de todo lo que tenía dentro, lo suficiente para que sus jefes en Ferrari se fijaran en él para sustituir a Kimi Räikkönen cuando su contrato llegase a su fin. Al menos así lo ha confirmado el presidente de los italianos, Luca Cordero di Montezemolo.
Era nuestro hombre de futuro una vez el contrato con Kimi Räikkönen terminase. Él era de primera clase, modesto, rápido, agradable, inteligente y con una relación muy estrecha con Ferrari.
Sin lugar a dudas nos hemos perdido la posibilidad de ver uno de esos talentos nacidos para ser campeones de Fórmula 1. Es el momento de mirar adelante y ver qué decisiones toma la Scuderia respecto a su futuro. Kimi Räikkönen es la experiencia, la velocidad pura y el carácter, Nico Hülkenberg y Valtteri Bottas son la juventud, el talento y tal vez el compromiso que al Campeón del Mundo de 2007 le falta.