Propietarios y capital procedente de China pero instalaciones y personal radicado en Inglaterra, así nacería una nueva escudería de Fórmula 1. Christian Horner y Ross Brawn admitieron que la propuesta es más que un rumor, incluso el jefe de Red Bull indicó que varios de sus empleados han sido tentados para formar parte del departamento técnico del proyecto chino. También se mencionó que algunos integrantes del desaparecido equipo Manor han sido contactados, así que el interés no luce tan superficial.
Para inscribirse formalmente en la Fórmula 1, la nueva escudería necesita obtener una licencia de la FIA, además de las garantías financieras, alrededor de unos 20 millones de dólares depositados por adelantado, y los avales necesarios para al menos asegurar su presencia por unas cinco temporadas. Asegurar tales trámites burocráticos parece lo más complicado, sin incluir contratos con proveedores, en este caso el más crítico sería el de motores. Se espera que el año que viene se intensifiquen los movimientos y, si todo va bien encaminado, se formalice el ingreso para la temporada 2020.
En tal sentido, Ross Brawn expresó que existen alrededor de diez propuestas para ingresar a la Fórmula 1, pero todos quieren conocer de antemano cómo se hará la nueva distribución de los ingresos, tomando en cuenta que el actual Pacto de la Concordia estaría vigente hasta 2020. Brawn espera un tiempo prudencial para planificar mejor el asunto de la repartición de beneficios porque primero habría que confirmar cuántas solicitudes reúnen las condiciones para ingresar a la Fórmula 1.
Vía | Auto Motor und Sport