Hace unos días podíamos leer en El mundo: El 10% de los muertos en accidente tomó fármacos psicoactivos. La pregunta que nos podemos hacer es: ¿Casualidad o causalidad? ¿Son los accidentes de tráfico algo evitable, buscando sus causas, o por el contrario son una consecuencia inevitable del progreso?
El consumo de medicamentos es la quinta causa de muerte en la carretera, y los que implican un mayor riesgo para la conducción son los ansiolíticos o sedantes para el tratamiento de la ansiedad, el estrés o el insomnio […]
También nos podemos preguntar si conviene obsesionarse con las cifras y estadísticas. Según los datos que vemos cada día, el perfil más peligroso podría ser el de joven varón menor de 28 años, conduciendo de noche a alta velocidad bajo los efectos de fármacos psicoactivos, alcohol y drogas varias. Pero en la realidad es posible que no exista tal combinación más que de forma residual, aunque el prototipo sea considerado poco menos que un criminal en potencia y pague el seguro de su coche como tal.
Mi conclusión… los accidentes son evitables, y cada factor de riesgo puede y debe ser atacado individualmente, de una forma específica y hacia una parte de la población específica. Sin embargo, hay un factor suerte demasiado grande, y las estadísticas deben de ser tomadas en un contexto, sin demonizar a nadie de forma gratuita.