Por casualidad me he encontrado un interesante artículo sobre el diseño de los coches y su evolución a lo largo de los años. Muchas veces tenemos la sensación de que los coches modernos no son lo mismo que los de antaño, aunque con el paso del tiempo vemos que nuestro concepto va cambiando y lo que antes nos parecía demasiado moderno pasa a ser nuestro referente de diseño a la hora de compararlo con los nuevos modelos que aparecen.
Eduardo Moratinos cree haber encontrado la razón de esa sensación de nostalgia, la sinceridad. Explica cómo, para él, un Fiat 131 es bello por ser sincero. Dejamos aquí un pequeño extracto del artículo, que podéis leer entero en el enlace del final.
¿Por qué lo viejo me gusta tanto? ¿Qué hay en lo antiguo para que siempre me parezca mejor? Es algo que me sucede continuamente no logro comprender..
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En busca de ese porqué, he llegado a la conclusión de que, me siento atraído por los coches que son viejos porque a medida que ha ido pasando el tiempo, los nuevos han ido perdiendo paulatinamente sinceridad.
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La carrocería de de los coches (europeos y japoneses) de los años comprendidos entre los 50 y los 80 me parecen por lo general sinceras. Solo hay que ver la forma del fíat 131: ES UN COCHE! es lo que un niño dibuja si le piden pintar un coche… y eso, en definitiva demuestra que en esencia es sincero.