Hoy traemos una de esas historias para no dormir, de la que desconocemos si es cierta o no, el caso es que si no ha pasado pasará, tarde o temprano. Resulta que un buen hombre conducía su Mercedes SLR 500 (ese pequeño utilitario) guiado por su navegador GPS. Sin saber muy bien como, acaba en medio de un desierto con una rueda pinchada, debido a que el GPS lo había guiado mal.
La respuesta de Mercedes es la siguiente:
Hemos de recordarle a usted (y a su cliente) que el sistema GPS no reemplaza a los mapas normales, o al juicio del conductor, sino que es simplemente una mejora de viaje a disposición de los conductores, que pueden elegir utilizarlo o no. Un conductor utiliza un sistema de navegación por su cuenta.
Que no reemplaza al juicio del conductor está claro (aunque puede que en Estados Unidos no lo esté tanto). Pero que no reemplace a un mapa tradicional ya es mas espinoso. Me extraña que si la noticia viene de Estados Unidos no acabe en una millonaria indemnización por parte de la marca. Ahora dos preguntas:
¿Por qué algunas empresas intentan hacernos creer que no podemos exigir a las nuevas tecnologías la misma fiabilidad que sus equivalentes clásicos?
¿Alguien que meta su SLR 500 por un “desierto” está en su sano juicio, ya sea alentado por un GPS o por su propia madre?
Vía: Spanish Autoblog