En la guerra de los utilitarios parece haber dos vertientes: la primera la que están siguiendo Renault, Fiat y Peugeot con Clio, Grande Punto y 207 respectivamente, que tienden a hacer un utilitario del tamaño casi de un compacto. Despues están el resto, quizás porque todavía no han renovado sus modelos, que siguen mejorando el concepto clásico de utilitario.
Toyota es desde hace tiempo un referente en calidad y fiabilidad, quizás su punto flaco es el diseño sobrio característico de los coches japoneses (aunque no se pueda decir esto de todos, especialmente del nuevo Civic). Sin embargo el Toyota Yaris, en la versión 2006, se antoja especiamente alegre en su exterior y podría tener un precio competitivo y llegar a ser un superventas.
¿Pero por qué para mí no lo es? Su diseño interior. Recuerdo el día que lo descubrí, lo había visto en varios blogs y me empezaba a gustar el coche. Pensaba que podría ser la solución óptima al problema de elegir utilitario. Me acerqué a él y miré su interior, todavía me dura el susto. Quizás la foto inferior no sea la más adecuada para ilustrarlo, ya que es el acabado más alto. Sin embargo se aprecia el motivo de mi crítica: no hay nada delante del volante. Vacío, podríamos llenarlo de pegatinas, poner un poster, un monitor TFT, leer una revista…
Posiblemente a mucha gente le guste este diseño de salpicadero central, y yo lo encuentro aceptable en algunos coches, pero no en el Yaris. Cuando veáis uno por la calle mirad su interior desde la ventanilla del conductor, y descubriréis esa sensación de desnudez. Aunque también puede que sea algo que sólo veo yo, para eso este artículo va encajado en la categoría de Opinión. Espero vuestras respuestas en los comentarios.
Una revisión más objetiva y fría (desde luego necesaria): Km77