Hace unos seis años que la francesa Peugeot plantó dos millones de árboles en una zona de la selva brasileña con el fin de que absorbiera el dióxido de carbono que emiten sus automóviles. En la actualidad, el bosque situado en el Mato Grosso, empieza a madurar y a “digerir” el CO2. En concreto, la marca francesa estima que se ha conseguido limpiar hasta 55.000 toneladas de este contaminante gas.
Vía: SpanishAutoBlog