La tradición dice que “la necesidad agudiza el ingenio”. Una buena forma de comprobarlo es ver cómo los cubanos mantienen sus antiguos vehículos contra viento y marea. El gobierno de este pais ha impuesto numerosas y complicadas restricciones para la adquisición de nuevos vehículos, lo que ha provocado que se restauren y se mantengan verdaderas reliquias que aquí tomaríamos por vehículos antidiluvianos. Las estrellas de Cuba son antiguos modelos de los años 30 o 50 y de marcas tan variadas como Ford, Chevrolet o OldsMobile.
En la capital, La Habana, es bastante común cruzarse con alguno de estos vehículos que, aunque muchos propietarios mantienen intactos, son mayormente modificados con piezas de otras marcas o, incluso, con nuevas mecánicas. Es el caso de un tipo de modificación, en la que se sustituye el antiguo motor por otro con un cilindro y que funciona con gas licuado, lo que abarata los costes de su uso y mantenimiento.
Entre tanto, algunos otros propietarios almacenan estas viejas reliquias con el fin de encontrar el mejor momento para venderlas, ya que coleccionistas de otros paises podrían pagar por ellos mucho dinero. Sin embargo, están proliferando asociaciones que promocionan exposiciones, competiciones y todo tipo de eventos relacionados con los automóviles clásicos.
Vía: ElMundoMotor
