Una de los estandartes con los que Audi se presentaba en el Salón, junto al Q7, era el A8 con el motor más potente en diésel: un V8 turbo de 4.200 cc que alcanza los 326Cv. Las cifras que desarrolla este motor son impresionantes: 9.4 litros / 100km y una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 5.9 segundos. Para poder alcanzar estos números, el motor se ha construído con metales muy ligeros y el bloque se ha realizado con una fundición de hierro y grafito, con lo que se consigue un peso de únicamente 255 kg.
Con gran ilusión pedimos que nos abrieran el capó, pero nos topamos con un muy buen acabado que escondía bastante la voluminosidad del motor. Sin embargo, tuve la suerte de poder escuchar el sonido del motor, que me resultó muy suave y sobre todo no me recordó a los típicos motores diésel. Claro que estaría mejor escucharlo a toda potencia y poder probar el cambio automático Tiptronic al que va asociado y la tracción integral Quattro.
No hace falta hablar mucho del interior, ya que desborda lujo por doquier: pantalla con el navegador GPS, los mandos en el volante y una consola repleta de botones. Además, la mezcla de negro mate con marrón brillante le dá un toque muy señorial. En el interior, podeis ver fotos del interior y en la galería podeis ver toda la colección de fotos.
Más fotografías: Galería del A8 4.2 TDI