Ya es díficil poder conducir un Bugatti Veyron. Más díficil es que tu seas un gran estrella del cine como Tom Cruise y puedas conducirlo en el estreno de una gran película como “Missión Impossible 3“. Pero lo más díficil de todo es que después no puedas abrir la puerta del copiloto.
Pues esto mismo le ha pasado al pobre de Tom. En fin, algunos estaríamos tan nerviosos si pudieramos tocar este coche que nos pasarían cosas bastante peores.
Vía: Motorpasión