El fabricante coreano se encuentra probando en Alemania algunas de las versiones de pila de combustible de uno de sus todoterrenos más conocidos, el Hyundai Tucson Fuel Cell Electric Vehicle (FCEV). Así, Hyundai se posiciona prácticamente en cabeza en cuanto a automóviles alimentados por pilas de combustible, en previsión de que antes de que finalice esta década este tipo de vehículos se encuentren en los concesionarios.
El sistema de pila de combustible con hidrógeno consta esencialmente de un motor eléctrico que utiliza la energía de la pila de combustible, donde se mezcla el hidrógeno y un oxidante. La pila, en este caso, es capaz de alcanzar una potencia de 80 kW hasta unos 300V y el motor rinde hasta los 109Cv de potencia. El depósito para el hidrógeno comprimido es capaz de alcanzar los 300 bares de presión.
El Tucson FCEV cuenta con una capacidad para 155 litros de hidrógeno, con lo que su autonomía se acerca con la compresión máxima a los 300 km. Su gasto de combustible, a 120 km/h ronda los 50 litros de hidrógeno a los 100 km. Una de las desventajas actuales es que por ahora el Tucson FCEV no sobrepasa los 150 km/h.
El depósito de hidrógeno y la pila de combustible han sido situadas para no recortar espacio dentro del vehículo, ayudando además a repartir pesos por el vehículo mejorando la estabilidad. La conducción es mucho más cómoda, con un cambio automático contínuo CVT y con un motor que apenas emite ningún ruido.
Vía: ElMundoMotor
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