Volkswagen ha mejorado su sistema de control de estabilidad añadiéndole una función de contravolante. Esta nueva versión del ESP, que de momento se incluye de momento en el compacto Golf aunque llegará más tarde al Golf Plus, al Touran y al Passat, significa una reducción de la distancia de seguridad en un 10%.
Un ejemplo de situación en la que se puede perder el control debido a la baja adherencia es una carretera con humedad en los laterales y el centro seco. En este caso y ante una pérdida de adherencia, el conductor frenaría y el ESP se encargaría de repartir esa frenada para evitar que el coche derrape. La rueda con peor adherencia recibiría más potencia de frenada con lo que el coche empezaría a girar.
El nuevo sistema de contravolante del ESP calcula la dirección hacia la que hay que girar el volante para evitar la tendencia a girar del vehículo. En ese caso se produce un tirón en el volante hacia la dirección hacia la que se tiene que ejecutar el contravolante. El impulso es muy pequeño y únicamente sirve para que el conductor realice el contravolante de forma intuitiva.
Vía: Puestaapunto