Aunque parezca mentira, detrás de toda la barbarie que provocó Adolf Hitler también hay aportaciones positivas a la historia, en este caso del automóvil. Obligó (en todo el sentido de la palabra) a Auto Union, una filial de Audi, a desarrollar los más rápidos automóviles del mundo. El caso que nos ocupa es el del D-Type, y que alcanzaba los 297 km/h. Se fabricaron 18 unidades hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial, puesto que el Tercer Reich centró todos sus esfuerzos en el armamento.
Una de esas unidades sobrevivió a la guerra y a los años. Ha salido a subasta en París y se ha vendido por la miserable cantidad de 15 millones de dólares, 11,5 millones de euros al cambio, que supone la cifra más alta jamás pagada por adquirir un coche de calle en una puja pública. El anterior récord estaba en un Bugatti del 1931, 11 millones de dólares (8,5 millones de euros). Calderilla.
Fuente: Marca
En Diariomotor: Auto Union Type-C