Un estudio conjunto entre el Institut fur Kraftfahrwesen Aachen (IKA) y la European Aluminium Association demuestra que el uso de frontales de aluminio reduce, además del peso, la emisión de contaminantes y el consumo.
Se refleja también que un frontal de aluminio en un compacto de clase C reduce el peso con respecto a otro tipo de frontales en un 35% y además aumenta la seguridad puesto que los frontales de aluminio absorben más energía en caso de impacto.
En cierta manera se podría pensar que su uso en pocas unidades no tendría una gran repercusión. Aumentando la escala nos encontraríamos con que si rodaran por la carretera 5 millones de compactos con frontal de aluminio se evitaría el envío a la atmosfera de 2.2 millones de toneladas de CO2. O visto en algo más tangible, se ahorrarían 770 millones de litros de gasolina.
Vía: AutoMotoPortal