Seat está sufriendo una mala racha, en esta ocasión la disminución de las ventas obliga a la compañía a parar su producción del 5 al 9 de marzo. Este parón permitirá disminuir la producción en 10.000 vehículos, y repercutirá en 13.540 empleados, que verán rescindidos sus contratos en esas fechas.
Seat se encuentra en un momento de suma incertidumbre, puesto que ya no pertenece a la división de Audi, y su nuevo rol dentro del grupo Volkswagen todavía no está definido. Además, se suman los problemas: El Toledo apenas se vende, y el León y el Altea menos de lo que se creía. El Ibiza, que es el superventas, es un modelo próximo a jubilarse. El único que parece cumplir es el Altea XL, pero a duras penas.
Vía: Spanish Autoblog