Se trata de una nueva tecnología japonesa que podría evitar un gran número de accidentes.
Este sistema de asientos, todavía en prototipo, consta de una serie de sensores de presión situados en el propio asiento que son capaces de detectar los cambios en la respiración y en el pulso típicos de los momentos previos a quedarse dormido.
Inmediatamente después se avisaría al conductor mediante una alarma o alguna clase de testigo luminoso.
Anteriormente ya se habían presentado sistemas similares pero que diferían en un elemento importante: era necesaria la colocación de los sensores en el cuerpo del conductor. Con este nuevo sistema ya no es necesario.
La llegada de este sistema al mercado está prevista para dentro de 5 años.
Vía: MotorAuthority
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