El famoso conductor de un Audi A8 que fue interceptado por un radar de tráfico circulando a 260 km/h en la autovía de Burgos salió indemne de la acusación de conducción temeraria interpuesta contra él. Según la Audiencia de Burgos, la sentencia que lo condenaba a 6 meses de cárcel por un delito contra la seguridad del tráfico no tenía en cuenta que no existió en ningún momento peligro alguno para las personas que se encontraban allí.
Ahora, este conductor ha decidido demandar al Estado por los perjuicios que le ha causado la retirada temporal del carnet, que se le aplicó inmediatamente después de la infracción. Según el propio interesado, el hecho de no poder conducir le ha causado importantes trastornos en la salud, en la familia y en el trabajo.
Para ello cuenta principalmente con dos pruebas. La primera es que el Audi A8 que conducía está equipado de serie con un limitador de velocidad a 250 km/h y la segunda es relativa a la distancia de frenada. La propia sentencia indica que, a la velocidad a la que circulaba el vehículo, necesitaría prácticamente 500 metros para poder frenar y, según el atestado, la distancia entre el radar y el lugar donde paró ante la Guardia Civil fue de 400 metros.
De momento Tráfico ha comenzado a tramitar la sanción administrativa pertinente que contempla 3 meses de retirada de carnet y una multa de aproximadamente 1000 € por conducción temeraria y exceso de velocidad.
Vía: autopista.es
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