El nuevo Mitsubishi Lancer Evo X no es únicamente la décima versión de una de las berlinas deportivas con más éxito en competición sino que, además, llegará al mercado con una serie de avances tecnológicos que la hacen todavía más grande: el control dinámico del vehículo S-AWC y la transmisión manual automática de doble embrague SST.
El sistema S-AWC es un conglomerado de subsistemas dirigidos única y exclusivamente a mantener la estabilidad y la seguridad del Evo bajo cualquier circunstancia de conducción. Los sistemas que comprenden son: el ACD (Active Center Differential), el AYC (Active Yaw Control), el ASC (Active Stability Control) y el S-ABS (Sport Anti Locking Brake).
El sistema ACD trabaja junto a la transmisión a través de un embragues electrónico multiplato regulando el diferencial con el fin de ajustar el par transmitido a cada eje según las condiciones de circulación. El AYC complementa al ACD controlando el diferencial del eje trasero. Si es necesario, este sistema puede bloquear el deslizamiento del mismo.
El ASC y el S-ABS trabajan directamente en el apartado de seguridad activa. El primero regula la relación entre potencia del motor y frenado para cada rueda, evitando el derrape, la pérdida de tracción, etc. La novedad con respecto al modelo anterior es la incorporación de sensores de presión de freno en cada rueda. Del mismo se aprovecha el S-ABS para evitar el bloqueo de las ruedas al frenar.
Todos estos sistemas aportan la información del par motor y de la presión de frenado al S-AWC, que determina si el vehículo está acelerando o decelerando y actúa según las circunstancias. Así mismo, es configurable bajo tres modos de conducción: TARMAC, para conducción en seco en zonas pavimentadas, GRAVEL para zonas húmedas o no pavimentadas y SNOW para superficies nevadas.
La transmisión manual automática SST (Sport Shifting Transmission) parece ser indiscutiblemente la estrella de la parte mecánica del Lancer Evo X, si dejamos a un lado su potente motor. Equipada con un doble embrague, permite realizar un cambio de marchas a una velocidad superior a la de un cambio manual o semiautomático. Como en el S-AWC, se pueden elegir tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y S-Sport.
Sin duda, tanto el S-AWC como la transmisión SST son excelentes complementos tecnológicos con los que sacarle el máximo rendimiento a su brillante propulsor gasolina turbo de 2.0 litros y 300 Cv.
Vía: carscoop
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