La otra forma del dicho y quizás más “gráfica” es la de “no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo“. Muchas veces ocurre que el afortunado ganador comienza a celebrar la victoria antes de tiempo y todo va como la seda. Hay otros casos, como éste, en el que no es así.
El (al final sí) desafortunado competidor de esta carrera de coches clásicos potenciados comienza a celebrar la victoria unos metros antes de llegar a la meta. Mientras agita el brazo en señal de victoria, su coche se descontrola y choca contra un lateral de la pista. El resultado: el coche se para a muy pocos metros de la pista.
Pagaría por ver la cara que se le quedó cuando su inmediato perseguidor lo adelanta para ganar la carrera.
En este caso no está claro, pueda que fuera un error suyo o cuestión de mala suerte. En cualquier caso su “celebración” fue totalmente infructuosa.
Enlace al vídeo: jalopnik
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