Esto es ya otra cosa. El preparador PPI nos obsequió hace un tiempo con una preparación del Audi Q7 cuya tosquedad rozaba los límites de lo aceptable. En comparación, el Q7 Ice es mucho más equilibrada visualmente aunque sin perder la garra con la que el preparador alemán retoca los propulsores del grupo VAG. Ahora sí que vuelve a parecer un Q7.
En el anterior modelo, PPI nos mostraba una mejora sustancial del propulsor V8 de 4.2 litros gasolina que alcanzaba los 600 Cv de potencia (250 Cv más) gracias a la modificación del turbo. Este mismo modelo mueve al Q7 ICE hasta los 100 km/h en unos “pequeños” 5.9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 295 km/h. Sencillamente una capacidad aparentemente exagerada para un SUV. Para el resto de motores, PPI ofrece un kit de reprogramación, filtros de aire deportivos y salida de escape deportiva que alcanza los 47 Cv de potencia añadidos.
Combinada con esta mecánica activa tan poderosa, el obligatorio aumento de los discos de freno (40.5 cm los delanteros) y una nueva suspensión deportiva. Esta última puede rebajar la altura del Q7 hasta en 4 cm. Las nuevas llantas de aleación de 22” unos neumáticos Michelin 4×4 Diamaris, cuyo límite de velocidad se sitúa en los 315 km/h.
La carrocería del Q7 ICE crece en 11 cm, con un propósito estético y sobre todo de mejora del flujo del aire. Ello se vé combinado con un cambio completo en parachoques, laterales y en el spoiler trasero. Los materiales ligeros como la fibra de carbono rondan tanto el alerón como en los retrovisores o en el interior.
Vía: autoblog.it
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