Denominarlo fallo podría ser algo relativo, puesto que realmente es un uso descuidado de un sistema. Se corre peligro también con un cuchillo, que puede ser usado bajo un buen uso o bajo un mal uso. El caso que nos ocupa es el del asiento trasero del Volkswagen Fox suramericano, aunque desconozco si este problema podría ocurrir en el modelo europeo.
La realidad es que el mecanismo del asiento trasero se ha cobrado ya los dedos de al menos ocho usuarios en Brasil, debido a la mutilación producida por la anilla que sirve para abatir el propio asiento. Desde Volkswagen Argentina aseguran que el manual indica claramente cómo realizar la acción del abatimiento y que, siguiendo los pasos del mismo, no se corre ningún peligro. A partir de este punto y sin conocimiento de más detalles, llega la pregunta: ¿es ético que Volkswagen no rectifique y cambie el sistema?. Es decir, no debería ser lógico que un sistema tan simple como el de este asiento y a simple vista creado para utilizar por cualquiera tenga semejante riesgo.
Se podría decir que la filial germana en Argentina ha rectificado, aunque únicamente ofrece un anillo protector de goma a todos los propietarios de un Fox. Evidentemente es una solución eficaz, pero parece que se queda corta cuando seguramente lo que deberían hacer sería revisar el sistema con sus ingenieros y buscar una solución más lógica. Puede que no todo el mundo se haya enterado todavía de este problema y surjan más afectados en el futuro.
La primera foto podeis ver el sistema con una zanahoria colocada en el anillo donde se situaría el dedo de una mano para abartir el asiento, la segunda la protección que Volkswagen ofrece a los propietarios que reclamen y en el vídeo podeis ver el testimonio de uno de los afectados, además de la citada prueba con la zanahoria.
Anteriormente ya habíamos hablado del Fox suramericano por una deficiente seguridad comparado con el modelo europeo.
Vía: argentinaautoblog
En Diariomotor: Nuevo Volkswagen Fox