Hace una semana tuve el placer de viajar a Praga para conocer de cerca unas pruebas que muchos no se imaginarán que se realicen fuera del propio ámbito de las marcas. Se trata de las pruebas de neumáticos que realiza un organismo independiente y de referencia en el mundo de las certificaciones, el TÜV, las cuales no son muy conocidas a nivel español pero que en otros países, con algo más de consciencia sobre la importancia de los neumáticos, sí que tienen mucha relevancia y que pueden llevar a servir para que un cliente decida decantarse por unos o por otros a través de los resultados de estas pruebas.
Bien es cierto que la cultura de la importancia del neumático en nuestro país es más reducida que en otros, pues habitualmente he escuchado que si un neumático es más bonito o parece más deportivo en lugar de darle más importancia a su resistencia, su agarre, su menor desgaste, etc. Más grave es incluso la poca conciencia que suele tener la gente con respecto a la presión de los neumáticos. Los valores rango que marcan las firmas de neumáticos han sido calculados para ofrecer el mejor rendimiento, por lo que fuera de los mismos se pierde en seguridad y en confort.
La marca francesa Michelin fue la encargada de trasladarme hasta un rincón, algo perdido eso sí, de la República Checa para poder observar de cerca estas importantes pruebas, en las que además de la marca del Bibendum participan otras marcas del sector con neumáticos de medida típica en el mercado. El centro del evento se situó en un espacio que el TÜV checo comparte con unas instalaciones de la marca automovilística Škoda.
Lo primero que hay que reseñar es lo que comentaba antes, la independencia de este organismo con respecto de las pruebas. Aunque en la mayoría de veces, son las empresas las que piden que sus productos sean analizados y probados, en ningún momento se aplican distintas reglas de medida ni se actúa de diferente manera según la respectiva marca. Siempre se sigue una metódica y formal lista de pasos para realizar las pruebas con todos los productos de las diferentes firmas.
Es importante comentar que el TÜV no sólo se encarga de realizar pruebas de neumáticos sino que se dedica a pruebas de todo tipo de accesorios y a realizar certificaciones de calidad de numerosos productos, con una metodología y de forma independiente. Su calidad como probadores y certificadores está reconocida mundialmente aunque es en nuestro continente en el que más influencia consiguen.
La prueba formal de neumáticos
¿Qué se busca medir en un neumático?
Habitualmente son varias marcas las que ceden sus neumáticos, de medidas típicas en el mercado, para que se realicen las pruebas de calidad en el TÜV. Estas pruebas se centran principalmente en estimar un ranking de calidad de los neumáticos atendiendo al desgaste en su banda de rodadura y al consumo de combustible. Estos son los parámetros que derivan en la evaluación de los neumáticos y en la generación de un ranking.
¿Qué partes se miden en cada neumático?
Cada neumático a probar tiene marcados cuatro puntos radiales y, de forma longitudinal en la banda de rodadura, entre cinco y seis puntos en cada marca radial, y que dependen del dibujo de líneas que tenga el neumático. Por ello, contamos con entre 20 y 24 puntos de referencia de medición para cada neumático.
¿Qué instrumentos se utilizan?
Para medir el desgaste del neumático cada uno de los puntos se utiliza un pequeño aparato digital que tiene una resolución de 1/100 mm. Esta alta resolución es interesante, pues cabe recordar que hay una profundidad mínima del dibujo para los neumáticos según los países, y que en España es de 1.6 mm, con lo que es importante obtener este dato con una gran precisión.
Por otra parte, la obtención de la medida de consumo se realiza llenando de nuevo el tanque de combustible y marcando los litros aceptados como consumidos. Además, se realiza un reinicio desde cero del ordenador de a bordo, que se utiliza también para contrastar los datos de consumo.
¿Cómo se realizan las pruebas?
Nada mejor para probar el desgaste de un neumático que gastándolo. Simplemente hay que hacerlo de una forma metódica, reduciendo el factor aleatorio y, sobre todo, evitando dos efectos perniciosos y repetitivos: efecto coche y efecto conductor. Para ello, se realizan unas pruebas de recorrido utilizando un ejemplar de cada neumático elegido, todos de igual medida y diferente marca, con un total de 14.000 km.
Se escoge un número de coches que formarán el convoy, habitualmente cinco ejemplares diferentes de coches exactamente iguales (en este caso, varios Skoda Octavia 1.9 TDI de 105 Cv con igual equipamiento y peso) y se les colocan los neumáticos a probar, aunque sólo se tomarán medidas en los delanteros. Se escoge un conductor de una lista fija y se realiza un recorrido de 500 km cada día por una ruta prefijada que tiene una gran variedad de diferentes carreteras, zonas urbanas e incluso caminos algo más inaccesibles, añadiendo así un componente abrasivo medio para los neumáticos.
Al final de la semana, cuando cada conductor con cada coche y único neumático de prueba ha completado 2.000 km, se hacen las mediciones en los neumáticos. Se mide el desgaste en cada uno de los puntos del neumático y se anotan los consumos realizados en el recorrido.
Una vez anotados estos datos y revisados los vehículos, se intercambian conductores y neumáticos. Es decir, cada uno de los conductores utiliza un nuevo coche del convoy y los neumáticos ocupan la misma posición en un coche diferente del anterior pero nunca con el mismo conductor (para eliminar los efectos citados anteriormente).
A partir de aquí, se hace otra prueba de 2.000 km y así sucesivamente. Cuando se completan los 14.000 km, se hace una evaluación para obtener unos porcentajes, siendo el neumático que ofrece menor desgaste y menor consumo el que obtiene el 100% de puntuación.
Dentro de un mes aproximadamente podremos mostraros los resultados de estas pruebas.
Típicas preguntas sobre estas pruebas y sus respuestas.
Pregunta: ¿De dónde salen los coches para estas pruebas?
Respuesta: Los coches se compran también en el mercado y son nuevos para cada prueba completa. Es decir, cuando se terminan los 14.000 km de prueba para un neumático se cambian los coches.
Pregunta: ¿Es una buena medida utilizar el peso de un coche con una sola persona?
Respuesta: Realmente no se hace con una sola persona. En el asiento delantero del pasajero se coloca un depósito con arena que pesa entre 60 y 80 kg para emular a un pasajero real, mientras que se coloca también una segunda rueda de respuesto por seguridad.
Pregunta: ¿Qué ocurre si se pincha un neumático?
Respuesta: Si es posible se repara y se mantiene en la prueba, en caso de un pinchazo grande o un reventón se eliminan de la prueba. Pero este caso no suele ocurrir a menudo.
Pregunta: ¿Y los neumáticos? ¿No podría ocurrir que las marcas los manipularan?
Respuesta: Los neumáticos son adquiridos por la propia TÜV en el mercado convencional, con lo que no puede existir ninguna manipulación en ese aspecto.
Pregunta: ¿Qué ocurriría si un conductor altera con su actuación los resultados de la prueba?
Respuesta: Todo puede pasar pero los conductores elegidos han pasado un riguroso análisis psicológico y todos cuentan con una amplia experiencia en la conducción.