La división de alto rendimiento de Mercedes, AMG, se encuentra inmersa en un proceso de cambio. Sus actuales propulsores son de gran cilindrada y potencia, por tanto sus consumos y emisiones son muy elevados. Todos los fabricantes están ya desarrollando soluciones de menor cilindrada y con diversas tecnologías de sobrealimentación para hacer frente a las cada vez más estrictas normativas y el constante aumento del precio del petróleo sin perder un ápice de rendimiento.
AMG es consciente de ello, y está empezando a reorientar su gama de motorizaciones. Están desarrollando un 5.0 V8 biturbo que reemplazaría a los actuales V8 atmosféricos de 6.2 litros y a los V12 biturbo. El 6.2 V8 es un motor muy reciente aún, pero le falta par a bajas vueltas, en ese sentido, el nuevo biturbo se parecería más al antiguo V8 Kompressor. El último vehículo en equipar un V12 biturbo será el SL65 AMG Black Series y el último en equipar el 6.2 será el SLC Roadster, cuyo lanzamiento está previsto para 2010.
El nuevo V8 contaría con varias versiones. La versión básica, destinada a sustituir a los 63 AMG contaría con 570CV y 900Nm de par mientras que la versión más potente, destinada a reemplazar a los V12 biturbo eroga 700CV y un brutal par motor de 1.200Nm. Otro método para reducir el consumo pasará por una caja de cambios automática más eficiente. Tampoco se descartan para un futuro posibles AMG diesel (¿os acordáis del C30 CDI AMG?) e incluso soluciones híbridas.
Vía: Motor Authority
