Hace tiempo que os hablamos del Weber F1 y ya de aquella lo consideré, siempre personalmente, uno de los superdeportivos más feos del mundo. La explicación es la trabajada aerodinámica que ha derivado en formas a los que no estamos tan acostumbrados. Pero dejando a un lado ese comentario subjetivo, el potencial mecánico y aerodinámico de este deportivo artesanal suizo es totalmente innegable y son estos los que podría definir su nombre: F1 o “Fastest One” (“el más rápido”).
Sus características hablan por sí mismas y justifican esta denominación “temporal”. Bajo el capó del Weber F1, un motor V8 modificado del LS7 V8 de Corvette con doble turbo convierte un cubicaje de 7.7 litros en 900 Cv y 1.050 Nm. La tracción será total y como máximo se derivará un 36% de la potencia al eje delantero. Gracias a las exigencias de ligereza de peso, con un chasis realizado en aluminio y una carrocería enteramente construida en fibra de carbono, el peso máximo del conjunto es de 1.100 kg.
Exactamente 1.22 kilogramos por cada caballo de potencia aportado, lo que permite conseguir una escalofriante cifra de aceleración de sólo 2.5 segundos hasta los 100 km/h y un todavía más singular tiempo hasta los 200 km/h de tan solo 6.6 segundos, alcanzando los 300 km/h en poco más de cuarto de minuto.
Desde Webers Sportcars, los artífices de este invento, afirman que con estas características será capaz de superar los 420 km/h. Ello significaría dejar atrás al Bugatti Veyron y, sobre todo, al SSC Ultimate Aero TT, actual poseedor del récord Guinness de velocidad. Seguro que al menos lo intentarán y lo más probable es que consigan hacerse con este “veloz” título.
Si dejamos a un lado el hecho del récord de velocidad, el valor comercial de este modelo añade algunas dudas en cuanto al gusto general de los clientes potenciales de este vehículo. Su precio rondará el millón de euros y su diseño parece no se corresponde precisamente con el habitual de los compradores de superdeportivos de este calibre.
Era imaginable un interior como éste, pero quizás no se imaginaría uno tanta cantidad de fibra de carbono en prácticamente cada uno de los ángulos del salpicadero. Equipa detalles como el volante deportivo, también en fibra de carbono, y un salpicadero minimalista, si bien sorprende la incorporación de un radio CD con un aspecto bastante mundano.
Vía: worldcarfans
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