Tal como habían prometido, Audi ha introducido al mercado la versión diésel del TT, que aúna el aspecto deportivo característico del modelo con las ventajas de los motores de gasóleo. La apuesta por el diésel es clara en la marca de los cuatro aros, que tan buenos resultados está logrando con su modelo R10 de competición y no podemos olvidar la incursión del R8 en este terreno, en el que los más puristas jamás lo querrían ver.
El motor elegido es un 2.0 TDI de cuatro cilindros, que genera 170 CV y 350 Nm, aunque donde realmente brilla esta mecánica es en su consumo de tan sólo 5.3 l/100 km. El reloj se para en 7.5 segundos para la aceleración de 0 a 100 km/h, cifra que se ve incrementada en dos décimas para la versión roadster, la velocidad máxima es de 226 km/h para el coupé y 223 km/h para el roadster.
La caja de cambios elegida es manual de seis velocidades, que transmite la potencia a la tracción integral quattro. La tracción de ambas variantes del TT basa su funcionamiento en un embrague multidisco de accionamiento hidráulico y gestión electrónica, que gracias a un nuevo depósito de presión consigue responder en la mitad de tiempo que la anterior versión de la misma.
El equipamiento de serie incluye llantas de aluminio de 16 pulgadas calzadas con neumáticos 225/55 y climatizador entre otros. Como opción se puede equipar a este nuevo modelo con navegador, sistema de iluminación dinámica y distintos acabados en cuero. Los precios arrancan en 37.850 euros para la versión con techo rígido y 41.850 euros para el descapotable con capota de lona.
Vía: Audi
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