Un Subaru Tribeca, un Ferrari 360 Modena, un Smart Fortwo y hasta un Boeing 727 han pasado por la “barrera” de Diariomotor como conversiones a limusina con mayor o menor grado de horror. Ahora, si ya nos metemos con “grandes” como el Audi Q7, la cosa cambia. La culpable de este Q7 limusina es una empresa neoyorquina que se dedica a este tipo de conversiones, que por supuesto ha trabajado con Hummers y demás vehículos americanos.
La base del SUV de Ingolstadt “sufre” la expansión de la distancia entre ejes hasta cifras abismales para acoger un gran interior con una capacidad de 14 plazas y un gran portón lateral que se despliega hasta la mitad del techo. En él, lo lujos y el estilo “discotequero” más extraño con tonalidad púrpura “nocturno” tienen cabida: asientos calefactados con piel de cocodrilo o de serpiente, pantallas TFT y hasta un estrambótico acuario que hace juego con los “fluidos” colores del techo, el suelo o las paredes.
Más imágenes:
Vía: autoblog.com
En Diariomotor: Limusina al estilo ucraniano con tuning incluido, ¡mis ojos! | The Midnight Rider, la gran y lujosa limusina | La limusina Corvette de Los Hombres Misteriosos | Lamborghini Countach limusina