Este modelo de nombre de sonda, Nach One 2.0, es un prototipo que ya ha pasado muchas “vueltas” por la cabeza de su diseñador argentino, Miguel Ángel Bravo, como un tributo a un estilo diferente de ver un vehículo y como un punto de partida para el inicio de su propia compañía Bravo Motor Company. La trayectoria de este empresario plástico y arquitecto en el ámbito del automóvil ya comprende entre muchos aspectos la presentación del modelo anterior de este prototipo en el Salón del Automóvil de Buenos Aires.
Miguel trabaja con un equipo de 12 personas en la preparación de este prototipo y en su diseño ha “bebido” de fuentes tan dispares como las naves de la Guerra de las Galaxias, de vehículos como el Ariel Atom o el Dodge Prowler e incluso de la arquitectónica de Gaudí en sus edificios. Pero, ¿de qué estamos hablando realmente? Hablamos de un descapotable, deportivo en su concepción estructural y en su ligereza, con una plaza de conductor delantera totalmente “de competición” y 2 plazas traseras más.
En la base, el aluminio para el chasis y el polietileno para la carrocería, este último que se utiliza en las bolsas de basura y que es 100 % reciclable. Otros materiales ligeros los encontraríamos en la cúpula-techo descapotable de policarbonato mientras que hallaríamos vidrio en el obligado cristal laminado para el parabrisas. De momento empezamos bien, con buenos materiales ecológicos y bajo peso, que dependiendo del motor utilizado rondaría los 500 o 600 kg.
Todavía no está fijado la aportación mecánica al Nach One 2.0 pero Bravo está en conversaciones con Tritec Motors, bajo el control actual de Fiat y Chrysler en materia de fabricación de propulsores, para contar con dos motores diferentes con posición y tracción trasera con potencias de 100 y 150 Cv. No todo es potencia ni bajo peso, pero su relación kg/Cv estaría al nivel de un Porsche 911 Carrera S.
Aerodinámicamente, contará con su baja resistencia al movimiento como estandarte y se ayudará también de un alerón trasero retráctil según la velocidad y de un alerón delantero parecido al usado en la Fórmula 1 fabricado en goma. Imagino que además incorporará algún tipo de control de estabilidad y de tracción, lógico y necesario si pensamos en el tipo de conducción al que se enfrentará.
Es difícil acertar a pronosticar un futuro para este modelo, pues el trabajo de su creador está siendo muy importante. Los tiempos para las creaciones artesanales quizá no sean los mejores, pero la estimación de precio de Bravo para el modelo final seguramente atraerá a más de uno: alrededor de *25.000 $* (15.900 €). ¿Podrá cumplir con esta estimación?
Vía: argentinaautoblog
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