Está claro que lanzarse a las compras compulsivas en época de bonanza es una actitud en la que es fácil caer. Y de compras compulsivas hablo en general, más si cabe cuando estamos hablando de un coche “de categoría” como el Porsche Cayenne. Martí Saballs refleja en un artículo de su blog la problemática de numerosos ejecutivos que, en la anterior época dorada de la economía, se lanzaron a adquirir coches de más de 40.000 € y ahora se encuentran con problemas económicos de por medio para hacer frente a los pagos.
La propia crisis en la que nos encontramos, con el alza del precio del carburante, una prima del seguro muy importante o el propio pago mensual de la financiación son escollos que en el día de hoy les cuesta más superar. No puedo decir que no me den pena pero no por vivir en una muy temporal época de buenos beneficios hay que lanzarse a un gasto de ese calibre, comprometiéndose a un alto pago en varios años. Parece lógico reflexionar antes de la compra de un coche por si la buena situación económica actual puede tornarse negativamente con el paso de los años. Es decir, predecir si podremos o no hacernos cargo del vehículo.
No voy a ser yo mismo el que diga que nadie debe comprarse un coche de este estilo. Caprichos los tenemos todos pero hay que ser conscientes y “hacernos” con ese capricho si realmente tenemos la capacidad de pagarlo. Queda el “consuelo” de la financiación pero volvemos al mismo caso, “hipotecarnos” y esperar que las cosas vayan bien con el paso de los años. Esas facilidades que tanto se han puesto para favorecer el acceso del mercado a vehículos de varios millones también ha conseguido la llamada “hipoteca del coche” y que mucha gente adquiera vehículos por encima de sus capacidades.
Repito, no soy la persona indicada para criticar a quien “vive” por encima de sus posibilidades pero evidentemente es una forma de vivir cercana al precipicio. No es el primer caso que escucho acerca de quien pide un crédito rápido (los que se anuncian en la televisión por las mañanas) para poder pagar la comida cuando se acerca el mes, pues el resto del sueldo está dedicado a pagar la hipoteca, la financiación del coche, etc. Esclavos de nuestra casa, esclavos de nuestro coche. Esta opinión/crítica ya transcendería más allá de lo que son los automóviles así que no me extenderé más.
Las circunstancias que antes mencionaba, como lo son el alto coste de la vida, el alza del precio del carburante por excelencia en los vehículos de mayor gama están tirando por este pequeño sector del mercado hacia abajo. Al menos en este primer período del año, las caídas en estas marcas de alto standing es bastante generalizada. Los casos de Cadillac o de la mencionada Porsche parecen sin duda los más acuciados de todos.
Está claro. Los deportivos o los vehículos de lujo cada vez son mejores, ofrecen más equipamiento, son más potentes y más seguros. Pero cada vez el coste de la vida los hacen más inalcanzables, incluso para los altos ejecutivos. Aunque qué os voy a contar, las ventas de automóviles en general han descendido en comparación con el mismo período del año anterior.
Vía: Saballs blog