Está más que claro que conducir un superdeportivo no está al alcance de cualquiera. Hace falta una agilidad y una pericia que no todo el mundo tiene. Bueno, y algo que los habituales suelen llamar “sentido común”. Cuando falta este último suelen ocurrir cosas bastante desastrosas. En este caso, tan sólo debemos hablar de daños materiales. Y barata precisamente no va a ser la reparación.
El infortunado Ferrari terminó de esta guisa estampado contra un post o más bien “comiéndose” literalmente. Ocurrió en South Perth (Australia) y la verdad es que la historia de su conductor no está muy clara. Parece ser que salió del garaje con su nueva adquisición para lucirse por las calles luciendo su Spider. Como sabía la gran expectación que estaba causando, pisó el acelerador de más y el resto es lo que se puede ver. La imagen del frontal levantado dan pena pero casi la da más su pobre conductor que intenta zafarse de las fotos de uno de los testigos del suceso y que luego es traslado en un coche policial a comisaría.
Si tuviera delante al individuo, le diría que si quiere lucirse con acelerones y derrapes que se traslade con sus amigos a una explanada donde pueda “probar” el coche con menos peligro. Aunque lo que más le recomendaría es que hiciera algún curso de conducción de Ferrari.
Nadie nace aprendido y, ya no por mi propia seguridad sino por la de los demás, preferiría aprender a controlar un vehículo de tan grandes prestaciones como éste.
Por cierto, una curiosidad. Es posible que me falle la vista pero en la segunda imagen se ve al propietario dentro del vehículo después del accidente y no se aprecia que saltara el airbag.
Vía: autoblog.com
Más imágenes: ehowa
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