El nuevo Ford Fiesta está acaparando mucha atención, y es lógico, dado su impresionante y atractivo diseño. Y aunque la anterior generación no tuviera Kinetic Design, fue un coche que nunca defraudó, especialmente en las versiones ST más picantes. Aún se encuentran a la venta, dando los últimos coletazos de su vida comercial, por lo que Ford se ha atrevido a lanzar la última edición especial, el Fiesta ST500.
Las diferencias con la versión de serie se centran en el apartado visual. Destacan especialmente las llantas negras, que unidas a la pintura negra le dan un toque gamberro al Fiesta. Una “U” plateada en el capó es en palabras de Ford un homenaje al Ford Escort RS2000 de los años 80, todo un clásico. Por los flancos del vehículo se extienden dos franjas plateadas con las palabras ST500 impresas, una solución similar empleada por los Ford Mustang GT500. Pinzas de freno rojas y asientos de cuero calefactados aportan un toque de deistinción al pequeño Ford.
En cuanto a la mecánica, esta permanece inalterada. El brioso motor de 2 litros y 150 CV sigue aportando al ligero utilitario unas prestaciones muy dignas y es tan divertido de conducir como siempre, como si de un kart se tratase. El precio del Ford Fiesta ST500, al igual que Ford ya hizo con el Focus ST525, es más caro que la versión de serie: 1.000£ más sobre las 14.000 del Fiesta ST. Desconocemos si se llegará a poner a la venta en España, pero lo cierto es que sería una pena que nos lo perdiésemos.
Vía: Car Magazine
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