Si lo denominan “loco” algo querrá decir. Pues dice bastante de un minúsculo Aygo que ha crecido de tamaño y que tiene bajo el capó un auténtico propulsor deportivo. El Toyota Aygo Crazy es un trabajo para circuito con un nombre apropiado y unas características competitivas, dado el coche de que estamos hablando. Y además de la agilidad que ya os estáis imaginando, los pequeños detalles para “evitar” demasiados controles lo convierten en más bien un kart cubierto.
Del mismísimo Toyota MR2 parte el motor que equipa el Crazy, un 1.8 litros turbopropulsado de 187 Cv. Echando un pequeño cálculo al peso del conjunto, ya os podréis imaginar su capacidad y siendo tracción trasera todavía mucho más. Si ahora sumamos una completa falta de ayudas (sin dirección asistida, sin control de estabilidad, sin servofreno y sin ABS) se convierte en una auténtica (y peligrosa, una cosa no quita la otra) diversión para un circuito.
¡Y qué decir del diseño exterior! Creo que nunca he visto un Aygo tan exagerado y menos trabajado por la propia casa. Aparte del kit aerodinámico extremo, que al menos está combinado en blanco con las llantas y los prominentes grafitis, el interior está muy preparado con volante deportivo Sparco, baquets deportivos y jaula de seguridad inclusive.
El resultado en términos de movimiento en el asfalto son 6 segundos hasta los 100 km/h y un tope de velocidad de 207 km/h, datos avalados por los 187 Cv y los escasos 1.000 kg que pesa. Pero se quedará en un ejercicio de diseño (producción en serie ni en broma) que le ha costado a Toyota unos 125.000 €.
Más imágenes en pequeño del Toyota Aygo Crazy:
Vía: carscoop
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