El Opel Omega fue hasta ser sustituido por el Signum en 2003, la berlina de representación de Opel. Un sedán generalista equiparable al entonces popular Ford Scorpio. La primera generación estuvo a la venta entre 1986 y 1993, sin ser un coche demasiado especial. Salvo por una versión en concreto: el Opel Lotus Omega (Lotus Carlton en el mercado británico), toda una superberlina incluso por los estándares actuales, 377 CV siguen siendo brutales hoy en día.
Aprovechando un periodo de cierta bonanza económica, General Motors adquiere Lotus Cars Ltd. en 1986. El entonces director general de Lotus, Mike Kimberly, propone crear junto a General Motors un Opel con el comportamiento de un Lotus. Bob Eaton, presidente de GM Europa, da el visto bueno al proyecto y comienza la creación de la superberlina más radical del momento, superando al BMW M5 E34, que contaba con 315 CV.
Para crear tal misil, fueron necesarias muchas modificaciones en la berlina europea. En primer lugar, Lotus diseña un nuevo motor partiendo de la base del 3 litros y seis cilindros en línea de 177 CV, tope de gama del Omega. Incrementan su capacidad hasta los 3.6 litros y le añaden un sistema de doble turbo Garrett con funcionamiento en serie. Resultado: 377 CV y 580 Nm de par. Suficientes para asegurar un tiempo de 4.9 segundos en el 0 a 100 y una velocidad máxima oficial de 283 km/h.
Otras modificaciones consistieron en adaptar lo mejor de GM a la berlina, entre otros elementos, la caja de cambios manual de 6 velocidades de un Corvette ZR-1. Para parar los 1.660 kg de peso se usaron unos frenos AP de 330 mm, enclaustrados en unas llantas de 17 pulgadas. Las vías se ensacharon y se dotó al Omega de un espectacular kit aerodinámico deportivo. Un chasis afinado por Lotus se encargaba de asegurar una eficacia fuera de serie en circuito.
Para poner a la altura de las circunstancias el habitáculo se dotó al Lotus Omega con asientos deportivos de cuero firmados por Recaro e incserciones de madera auténtica por doquier. Un ambiente típico de salón de los años 80, pero una combinación de lujo y deportividad muy acertada. Como curiosidad, la instrumentación no es apenas diferente de la de fábrica, salvo por la escala del velocímetro que alcanza 300 km/h. Toda una declaración de intenciones.
El Lotus Omega se pone a la venta entre 1990 y 1992 con sólamente 950 ejemplares fabricados, la mitad para el mercado británico, la otra mitad para el mercado europeo, a un precio de unos 60.000€. Y se desata la polémica en Inglaterra: algunas asociaciones de automovilistas y la Policía ponen el grito en el cielo. En sus palabras, un vehículo familiar capaz de alcanzar los 280 km/h era una invitación al exceso de velocidad.
De hecho, Lotus fijó en 283 km/h la velocidad máxima en la publicidad para cubrirse las espaldas, cuando lo cierto es que se ha demostrado que el Omega Lotus podía superar los 300 km/h. También se dice que la policía británica estaba algo resentida por haber recibido recientemente muchas unidades del Opel Senator, que sólo alcanzaba 240 km/h. La producción de la berlina cesa en 1992 debido a la inestable coyuntura económica de principios de los años 90.
Personalmente el Opel Omega Lotus es uno de mis clásicos modernos favoritos, así como lo es del gran Tiff Needell y de Vicki Butler-Henderson. A continuación tenéis dos pruebas en vídeo, la primera de ella conducida por el maestro Tiff Needell en su época de Top Gear y la segunda de la última temporada de Fifth Gear, hace apenas unos meses. En la última review se compara al Lotus Carlton con el reciente Vauxhall VXR8, una berlina deportiva de 400 CV de origen Holden y motor Corvette.
Espero que las disfrutéis.
– Top Gear, con Tiff Needell.
– Fifth Gear, Vicki butler-Henderson.