A mis manos han llegado estas fotografías a través de la clásica presentación Powerpoint y, en lugar de deshecharla como hago con la mayoría, he decidido aprovecharla para publicar estas fotografías y felicitar la suerte que tienen algunas personas en la vida.
Cierto es que, a partir de la primera imagen, podemos sacar conclusiones precipitadas. Como por ejemplo que acaba de ocurrir el accidente entre dos modelos de Audi con el mismo color y que han quedado prácticamente pegados, por no comentar que el modelo de la izquierda se ha quedado sin parabrisas. Un accidente bastante considerable si tenemos en cuenta este aspecto. Correcto, pero nada más lejos de la realidad pues al ver la segunda imagen nos encontramos con una situación diferente.
Resulta que es el mismo vehículo, pero partido a la mitad, sin los asientos traseros ni el del copiloto, por no hablar de un lateral del hueco del motor que ha desaparecido “por arte de magia”. Curiosamente, el asiento del conductor es el único que permanace más o menos entero.
Puedo imaginarme que el RS6 Avant circulaba a gran velocidad cuando debió de salirse de la carretera y, al chocar seguramente contra un árbol, terminó partido en dos partes.
Al ver un coche en ese estado, nos podemos imaginar las fatales consecuencias para los pasajeros del vehículo. Realmente sólo circulaba el conductor con el vehículo. Y es el hombre de la camisa gris a rayas que aparece en la primera imagen. Vivito y coleando. ¿No ha sido cuestión de suerte?
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