Con el estreno de la nueva temporada de Top Gear vuelven los alocados ingleses a deleitarnos con sus hilarantes retos sobre cuatro ruedas. En este caso deben preparar un coche de policía capaz de mejorar los Vauxhall Astra de la Policía inglesa, con un presupuesto incial muy ajustado: 1.000 libras esterlinas, unos 1.230€. Así que el equipo de Top Gear se lanza a buscar en el mercado de segunda mano coches para superar distintos retos.
Jeremy Clarkson se decanta por un Fiat Coupé Turbo, un bonito deportivo pintado ahora con los colores de los Carabinieri italianos, sirena personalizada y pinchos en las llantas traseras para detener a los malhechores. James May compra un señorial Lexus LS 400 de los años 90 y lo equipa con un sistema que dispara pintura al coche al que precede. Por último, Richard Hammond y su Suzuki Vitara estilo Miami optan por otro método de ataque: felpudos con clavos a modo de barrera para pinchar los ruedas de los que escapan de la ley.
El primer reto consiste en ser más rápido que un Vauxhall Astra CDTI alrededor de la Top Gear Test Track, conduciendo de manera llamativa y espectacular. El siguiente reto consiste en despejar la escena de un accidente en muy poco tiempo y el último y final reto, de consecuencias imprevisibles, es intentar detener a un viejo BMW Serie 5, conducido por The Stig. Como suele pasar, los resultados del reto no suelen ser satisfactorios, pero las risas están más que aseguradas.
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