Los accidentes de coche son una cosa que debemos de tomar muy en serio, pero es cierto que a veces por su formulación y porque el resultado no daña a nadie la verdad es que resultan al menos curioso. El protagonista de la siguiente historia (o al menos quien más protagonismo gana en el accidente) es el tranquilo Kenneth Anderson, que se encontraba comiendo tranquilamente en una mesa de un restaurante de Carolina del Norte, Estados Unidos. La casualidad lo hizo sentarse en un punto del restaurante que, minutos después, lo convertiría en el gran protagonista.
La cámara de seguridad instalado en el salón del restaurante fue capaz de grabar cómo un vehículo se empotraba a unos 90 km/h contra el lado de la pared donde se situaba la “víctima”. El vehículo atravesó la pared moviendo al pobre Kenneth desde la mesa en la que estaba hasta dejarlo sentado justo al lado de la barra, pues ni siquiera lo sacó de la silla. A pesar del destrozo y del susto que debió de llevar el pobre hombre, bastante tranquilo se incorporó levemente para recuperar la gorra que había perdido durante el accidente.
Resulta increíble ya no sólo el feliz resultado del accidente, dado que parece que al conductor del vehículo no le ocurrió nada y sólo hubo destrozos en el coche, sino la tranquilidad del señor Kenneth para recoger su gorra. En el resto del documental se le ve muy contento, seguramente por la suerte que ha corrido, y con unos pocos rasguños nada más como recuerdo de la increíble experiencia.
Vía: carscoop
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