Parecía algo poco factible hasta la fecha, los rumores de las intenciones de Mercedes en la adquisición se habían disipado y todo parecía en calma. De repente y sin previo aviso Mercedes y Aston Martin han firmado un acuerdo de cooperación mediante el que compartirán plataformas, motores e incluso sistemas de propulsión híbrida. Con la mente puesta en modelos deportivos o de alta gama, la intención del acuerdo es mejorar la imagen de marca de ambas empresas y compartir lo mejor de cada fabricante.
La revista británica CAR Magazine ha tenido acceso a los entresijos del acuerdo y su número de Septiembre revela en exclusiva detalles sobre el proyecto. De momento sabemos que en cuanto a motorizaciones, el brillante 6.2 V8 de los Mercedes 63 AMG será una opción a tener en cuenta en la gama Vantage y que Mercedes podría suministrar motores diésel a Aston Martin. Me inclino a pensar que el V8 turbodiésel de 4 litros y 320 CV de potencia podría acabar en el futuro Aston Martin Rapide.
Las soluciones híbridas que Mercedes está desarrollando podrían ir equipadas en los brillantes deportivos británicos para mejorar su elevado consumo de combustible. Aston Martin también saldría beneficiada de la donación por parte de Mercedes de cajas de cambio automáticas de 8 relaciones y los futuros modelos más exclusivos de ambos fabricantes compartirían plataformas. Cuando juntas a dos fabricantes que afinan bastidores de manera brillante, nada malo puede salir del acuerdo.
Como última nota del proyecto se habla de una cooperación Maybach-Aston Martin para el desarrollo de futuros modelos. ¿Significa eso que en un futuro Aston pondría en el mercado una gran berlina de lujo? Nadie lo sabe, pero lo seguro es que el acuerdo va a revolucionar a la industria de los deportivos de alta gama. Mercedes ganará en experiencia y sus futuros deportivos serán mejores que nunca, pero sobretodo Aston Martin recibe un excelente aporte de estabilidad económica y un excelente proveedor de soluciones técnicas.
Vía: carmagazine.co.uk
