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Artz, un preparador muy poco habitual

Normalmente cuando hablamos de una preparación, esta se suele limitar a retocar aspectos visuales o prestacionales de un coche, pero en general se respeta la estética original de la base. Algunas conversiones son ya más extremas, y podemos ver injertos de todo tipo, grandes motores en pequeñas carrocerías o alteraciones sustanciales de la carrocería y apariencia del vehículo. Artz era un preparador alemán que se especializó en coches únicos, como por ejemplo un Corvette envuelto en la carrocería de un Opel Kadett o un Volkswagen Beetle con el motor de un Porsche 911, entre otros muchos.

Mi intención con este artículo es dar a conocer las ignotas creaciones de Günther Artz, creaciones originales y realmente atractivas. Artz fue una empresa muy prolífica entre finales de los años 70 y mediados de los años 80 y su sello de personal de identidad, la razón de su fama fue la construcción de versiones Kombi (o familiares) de todo tipo de vehículos, siendo una de las más renombradas el Volkswagen Schiwago, un Scirocco de primera generación convertido en un familiar de tres puertas. Hubo variantes similares basadas en el Audi urQuattro o Porsche 928.

A continuación comienza un repaso a todas las creaciones del creador alemán, de algunas apenas se dispone información o fotografías dado su carácter exótico.

Audi 200 Kombi

El Audi 200 era una berlina de cuatro puertas y apariencia sobria y clásica. Basándose en un modelo de principios de los años 80, Artz creó una versión familiar que en nada tendría que envidiar a una versión Avant creada por Audi. Las influencias del Passat familiar de la época son muy claras, las zagas son prácticamente idénticas.

Artz, un preparador muy poco habitual

Equipaba un motor 2.1 turbo de cinco cilindros en línea, una unidad clásica en Audi. Su potencia era de 170 CV y no se practicaron modificaciones sobre el propulsor. No necesitaba un carácter más deportivo, no es su filosofía, además sus cifras prestacionales para nada eran flojas. La aceleración de 0 a 100 km/h sucedía en 8.5 segundos y su velocidad máxima se cifra en 202 km/h.

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El 200 Kombi se podía encargar a Artz por 53.270 marcos de la época (unos 17.000€ actuales), sólo en Alemania. Se desconoce el número de unidades modificadas, pero Artz no trabajaba en cantidad, sino en calidad. Los acabados y soluciones nada tenían que envidiar al nivel original de terminación Audi y la ganancia en practicidad era clara.

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Audi urQuattro Kombi

El 200 Kombi era un Audi racional y una de las pocas creaciones Artz consideradas “corrientes”. El urQuattro Kombi no se clasifica en ese grupo. Partiendo de la base del precioso coupé de principios de los años 80 se ha creado una versión shooting brake (o familiar de tres puertas). Por tanto se fabricó un familiar de tres puertas, tracción integral y 200 CV procedentes de un cinco cilindros turbo. Rápido y sobretodo muy exótico.

Artz, un preparador muy poco habitual

Hasta el pilar B el coche es idéntico a la base, pero su zaga se ha alargado para dar cabida a un compartimento para carga. Casi parece un coche fúnebre visto de perfil, pero Günther Artz hacía las cosas a su manera, sin dejarse influir por las opiniones. Los cristales de la parte trasera eran de material compuesto y se colocó el nombre del preparador en el portón del tres puertas.

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Opel Kadett V8

Imaginad un Corvette C4 ZR-1 de los años 80, un musculoso deportivo de aspecto radical con todo el sabor americano. Imaginad su característico sonido, esa línea de bajo potente y grave, salida de las entrañas de un propulsor 5.7 V8 de unos 380 CV. Ahora eliminad su carrocería y sustituidla por la de un Opel Kadett GSi, un asequible compacto deportivo. No creo que la idea para el Opel Kadett V8 se le hubiera ocurrido a alguien con anterioridad.

Artz, un preparador muy poco habitual

Para lograr una imagen coherente, hubo de adaptarse la carrocería del compacto alemán para encajar en el no alterable chasis del americano. Se modificaron longitud y anchura del cuerpo del Kadett con lo que se obtuvo un extraño híbrido de apariencia cuando menos poco común y prestaciones a buen seguro impresionantes. Puede que su aspecto no sea demasiado armónico pero el concepto es muy original, y era la única manera de disponer de climatizador y asientos de cuero en el Kadett.

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Opel Corsa 1.8 E (Artz Blitz)

Cuando se lanzó al mercado la primera generación del Opel Corsa, allá por el año 1982, no exisitían versiones de gran potencia. Sólo en 1987 se equipó al Corsa GTE con un motor 1.6 de 100 CV de potencia, suficiente para mover con agilidad el escaso peso del pequeño utilitario. En Artz querían algo más grande bajo el capó y por ello se animaron a transplantar el 1.8 de 112 CV del Kadett GTE, un propulsor vivaz y potente.

Opel no lo ofrecía de serie porque no entraba en el vano motor por 2 centímetros. Mediante una colocación alternativa de las correas de distribución se pudo encajar el cuatro cilindros perfectamente bajo el capó del Corsa. De color rojo, todos los Artz Blitz eran capaces de alcanzar los 212 km/h, una cifra impresionante para un utilitario de la época. No he podido encontrar fotografías ni información acerca de las unidades fabricadas.

Opel Lotus Calibra

Seguro que recordáis al fantástico Opel Omega Lotus, un Omega tocado por el fabricante inglés Lotus. Resultado: una berlina deportiva de agresiva estética con un motor de seis cilindros sobrealimentado y 377 CV de potencia, capaz de alcanzar cerca de 300 km/h. En el año 1992, Artz cogió la carrocería de un Opel Calibra, el brillante coupé Opel de los años 90, y la colocó sobre la base mecánica de una de las pocas unidades del Omega Lotus.

Hubo de alargar la carrocería en algunas partes para adaptarse a la batalla más larga del Omega pero no podemos valorar el resultado final, ya que no hay fotografías en Internet. Lo que sí conocemos es que se retocó la centralita electrónica del Lotus Calibra y la velocidad máxima de marcador llegaba a unos impresionantes 310 km/h. Para muchos, un Calibra de propulsión trasera y casi 400 CV era un sueño hecho realidad.

Volkswagen Golf 928

Probablemente la creación más mediática de Artz. Partiendo del chasis, interior y mecánica de un Porsche 928 se añade al conjunto una carrocería de Volkwagen Golf GL 30 cm más ancha de lo normal, alargada y fabricada de manera completamente artesanal. El resultado fue un Porsche 928 con la apariencia de un Golf, y equipado con un motor V8 de 4.6 litros y 300 CV en sus versiones más potentes. Ni siquiera el actual Golf R32 llega a su nivel.

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Artz, un preparador muy poco habitual

En las fotos se puede apreciar lo diferente que resulta al compararlo con un simple Golf, vuyo tamaño en los años 70 era el de un utilitario actual. Sólo se fabricaron 6 unidades con fines promocionales para Volkswagen y Authoaus Nordstadt, concesionario propiedad de Günther Artz. De prestaciones realmente espectaculares verlo da una impresión extrañamente atractiva. He encontrado un vídeo en el que se ve en acción al Golf 928, podéis verlo aquí.

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Volkswagen Golf Speedster

Por definición un coche tipo Speedster es aquél con un parabrisas muy corto y generalmente descapotable. Un coche casi de carreras, en una configuración muy típica en los años 50. El Golf Speedster de Artz se basa en un Golf Cabrio de primera generación al que se le ha rebajado en parabrisas y techo en 10 centímetros, otorgándole un aspecto más deportivo. Es ideal para sentir el viento en la cara, literalmente.

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Se fabricaron sólamente 6 unidades de forma artesanal en el año 1980, el mismo número que el Golf 928. El Golf Speedster estaba equipado con el motor 1.5 gasolina de 70 CV pero dos unidades recibieron el motor de 1.8 litros y 112 CV del Golf GTI Mk1 y otras dos un motor Schrick-Turbo de potencia desconocida. De las seis unidades fabricadas sólo se conoce el paradero de dos.

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Volkswagen Jetta Cabriolet

El primer Volkswagen Jetta era una versión de dos o cuatro puertas del Volkswagen Golf de primera generación. Artz creo una versión descapotable tomando como base al Jetta de dos puertas. Tenía un aspecto similar al Golf Cabriolet, ya que estaba basado en su plataforma. Hubo dos variantes de los Jetta Cabrio creados por Artz, el primero de ellos es la versión estándar de las fotografías. Su peculiaridad es la existencia de un pilar B, en aras de la protección a los ocupantes.

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El Jetta Super-Cabrio fue una versión menos fabricada y las diferencias radicaban en la anulación del pilar B del Jetta Cabrio. Su figura era más limpia y estilizada pero la protección a los ocupantes en caso de vuelco era nula, amén de poseer menos rigidez torsional. Otras peculiaridades eran su pintura de color rojo y su tapicería blanca.

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Volkswagen Käfer Carrera

Las preparaciones basadas en el mítico Volkswagen Beetle no son algo extraño, desde buggies hasta injertos de motores V8. A finales de los años 70 Artz quiso crear el Escarabajo para el amante de la conducción, y en lugar de colocar un motor más grande en su trasera rediseñó por completo el esquema de propulsión. En lugar de un bóxer refrigerado por aire, en posición central alojó el 2.7 H6 de 210 CV del Porsche 911 Carrera RS 2.7.

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Ello fue posible gracias al uso del chasis de un Porsche 914, adaptado a las necesidades del preparador. Sólo se construyó una unidad de este único vehículo y sus prestaciones eran importantes: de 0 a 100 km/h en 7.2 segundos y una velocidad máxima de 221 km/h, con un peso de apenas 1.2 toneladas y un reparto de pesos óptimo, sólo hubo que retocar la suspensión y tren de rodaje para conseguir un divertido deportivo.

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Volkswagen Scirocco Pick-Up

La idea de convertir un turismo convencional en un pick-up no es una idea para nada nueva. En Diariomotor hemos visto un BMW M5 E39 convertido en todo un pick-up y en EEUU y Australia son un tipo de vehículos muy popular. Artz se basó en un Volkswagen Scirocco de primera generación y lo convirtió en un pick-up mediante la sustancial alteración de todo lo posterior al pilar B. Los asientos traseros ceden el espacio a la cama y se hace una ventanilla para que el conductor del biplaza tenga una buena visión por el retrovisor interior.

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Porsche 928 Kombi Prototyp

Creo que a estas alturas del artículo todos hemos descubierto que la pasión de Artz era convertir en un familiar todo vehículo que pasara por sus manos. Supongo que el Porsche 928 era uno de sus coches favoritos, además de ponerle encima la carrocería de un Volkswagen Golf lo intentó convertir en un original coupé Shooting Brake, al estilo de los MG B ingleses. Las modificaciones consistieron en la creación de un techo más alargado para fabricar una zaga diferente.

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Porsche 924 Turbo Kombi

El Porsche 928 Kombi apenas fue un prototipo, pero el 924 Turbo Kombi fue un coche más comercial, dentro de la limitadísima tirada de este tipo de ediciones, claro está. Artz parte de un 924 Turbo, un coupé asequible de propulsión trasera equipado con un motor de 2 litros turboalimentado. Su potencia final era de 170 CV y su par máximo de 250 Nm, con tales credenciales aceleraba en 7.3 segundos hasta los 100 km/h. Las modificaciones de Artz sólo consistieron en añadir una trasera diferente, de aspecto muy musculoso y una prominente entrada de aire en el motor.

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Volkswagen Schiwago

El Shiwago es una de las creaciones más populares de Artz, así como una de las más fabricadas: 52 ejemplares llegaron a producirse. Se trata de básicamente un Volkswagen Scirocco Mk1 al que se ha sustituido su estética hatback deportiva por una imagen más familiar. En parte me recuerda al Volkswagen Polo de primera generación, hubo una versión de aspecto parecido. Lo cierto es que el resultado para nada defrauda y posee un aspecto más armónico que el de por ejemplo el Porsche 924 Turbo que acabamos de ver.

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Vía: wikipedia, autolager.de, audistory.24max.de (1 y 2), 928.org.uk, metacafe

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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