A algunas empresas les debe sobrar el tiempo lo suficiente como para poner a hacerse curiosas encuestas. Hiscox, una compañía de seguros del Reino Unido, realizó hace unos meses un informe estadístico desde luego nada convencional ni habitual: estudiar qué sonido de motor de coche produce mayor excitación en las personas.
El procedimiento del mismo fue muy sencillo: escogieron a un grupo de voluntarios, hombres y mujeres, y les pusieron a escuchar diversas cintas de 20 minutos de duración con los sonidos de motores de multitud de vehículos, desde segmento bajos a deportivos y de lujo, para después medir a través de la saliva el nivel de testosterona, también conocida como hormona sexual, que se ha producido. Los resultados se decantan por donde nos imaginamos todos, aunque con ciertos aspectos curiosos.
Tanto hombres como mujeres como hombres sufrieron un aumento de la testosterona al escuchar motores con tonalidad grave, los típicos motores de deportivos como Ferrari o Porsche e incluso los de berlinas de alta gama. Por ejemplo, el 50 y el 60% de los hombres incrementaron muy sensiblemente el nivel de esta hormona al escuchar un motor de un Maserati y de un Lamborghini respectivamente.
Lo más llamativo llega cuando nos centramos en los máximos y mínimos. El mayor aumento de testosterona en el género femenino se produjo al escuchar el sonido de un motor Maserati. Bajando de la punta de iceberg, en el extremo inferior nos encontramos con el que el motor cuyo runrún ofrecía menos atracción a las mujeres fue el de un Volkswagen Polo.
Me asaltan ciertas dudas sobre la validez de este estudio, no sólo por el tamaño de la muestra o las cirunstancias sino también por si se puede establecer una clara relación del aumento de la hormona con la excitación sexual del individuo. Con todo ello, me parece de lo más original y quizás inútil porque podrían haber empleado el tiempo y los recursos en otros estudios más interesantes.
Vía: edmunds
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