Las preparaciones sobre el Mercedes C 63 AMG se suceden últimamente como la espuma por encima de la cerveza, en un intento de ofrecer una diferencia mayor a raíz de la gran expansión de la versión de la división más deportiva de Mercedes. Renntech ofrece actualmente su propia versión de la berlina alemana. Comparando con una de las últimas, la realizada por Brabus, visualmente es menos agresiva la de Renntech aunque por debajo del capó el asunto es bien diferente.
El cambio del motor de ocho cilindros, el V8 de 6.2 litros, es bastante importante. Originalmente son 457 CV pero Renntech ha hecho un completo remozado de ECU, sistema de escape y nuevos tubos de escape entre otras cosas para subir el número 97 para sacar 548 CV con un par máximo de 785 Nm. La proporción es de un 20% más de rendimiento, hecho que ha llevado al preparador a optar por afinar también otras partes importantes con el fin de asentar bien el vehículo y poder controlarlo lo máximo posible.
Se ha incorporado una suspensión con ajustes personalizables de la amortiguación. Con la recalibración “in situ” de la suspensión el preparador ha pensado en los diferentes entornos en los que se puede mover el vehículo: carreteras más tranquilas, circuitos de carreras, etc. Con la incorporación en los frenos de rotores de 15.2” y de pinzas de mayor rendimiento, la fuerza de frenado aumenta considerablemente y se mantiene firma gracias a la mejor refrigeración obtenida por los nuevos conductos de freno en fibra de carbono.
Como en muchos de los trabajos de este preparador, el apartado visual queda a un lado incluso llegando a obviar cualquier cambio. En este caso, tan sólo es distinguible por fuera a través de las pinzas de freno y del logotipo de Renntech en el portón.
Vía: motorauthority
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