MTM ya se encargó hace un tiempo de ofrecer su visión personalizada del Audi R8, una creación que se distinguía estéticamente por un color mate oscuro. Lo verdaderamente impresionante de aquella versión es que su potencia había sido elevada hasta el número de caballos que marcaban su nombre: 888. Sin duda un trabajo descomunal, como la mayoría de los realizados por MTM. Ahora han elaborado una nueva versión del coupé deportivo alemán bastante más comedido.
El ocho cilindros, a partir de ahora Twin Srew Supercharger, es capaz de proveer a la tracción quattro unos 560 CV (un 33% más), ofrecidos en su punto álgido en las 7.750 rpm, y un par máximo de 580 Nm expresados a 5.500 rpm. La velocidad punta del R8 MTM seguiría siendo de 301 km/h si se mantuviera con la limitación electrónica, pero sin ella tan solo crece hasta los 315 km/h. El cronómetro en el 0 a 100 km/h sí que disminuye más apreciablemente (para los muy puntillosos no), reduciéndose en 0.5 hasta los 3.9 segundos.
Una apuesta superior pero relativamente equilibrada y que, como bien comentaba mi compañero Rubén, salvo sorpresas estará a la altura del R8 V10, para el que se esperan 580 CV.
Verdaderamente equilibrado hasta en su belleza, que no presenta cambios abruptos a lo largo de la carrocería. Para distinguirlo de un R8 es necesario vislumbrar tres puntos de la misma: el lateral, donde una etiqueta marca la turbopropulsión del V8, el techo, que compone el color negro extendido desde los laterales, y las llantas de aleación, de 20” con neumáticos Michelin Sports Cups con medidas 245/30-20” y 315/25-20” en los ejes delantero y trasero.
El contraste negro y blanco continúa efectivo dentro de la cabina, gracias a la fibra de carbono dispuesta en diversos puntos del interior aunque destaca en combinación con la piel blanca en los asientos. La cubierta del motor oculta parte de los preciados y onerosos filamentos que lo cubren.
Vía: worldcarfans
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