Los denominados microhíbridos están de moda, su funcionamiento se basa en un sistema que detiene el motor durante los periodos en los que el vehículo permanece estático para arrancarlo en el preciso momento que el conductor quiere reanudar la marcha. Para ello se sirven de un alternador que hace las veces de motor de arranque, este carga unas baterías de las que sale la energía para devolver el motor a la vida.
Estos coches tienen una clara ventaja en terreno urbano, donde semáforos y atascos son el pan nuestro de cada día. Citroën dispone de esta tecnología desde el año 2006, cuando se la incorporaba al C2, pero las ventas no han sido para nada buenas.
Prueba de ello es que de las 100,000 unidades vendidas por el fabricante frances en el Reino Unido el año pasado, tan sólo cien disponían de esta prestación. Para subsanar las pobres ventas han revisado a fondo su diseño, haciéndolo más sencillo y rápido en su operación.
La eficiencia también se ha mejorado, según la propia marca su revisada tecnología es capaz de rebajar hasta un 27% el consumo de un C3 Picasso, gracias a que el alternador se desacopla del motor durante las frenadas. Citroën espera tener más de un millón de coches equipados con sistema stop-start para el año 2011, lo que significa que en un futuro próximo la oferta del mismo a lo ancho de su gama de vehículos se incrementará.
Vía: Car
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