La marca coreana Ssangyong ha iniciado un nuevo movimiento de fichas en el mercado de los SUVs, un mercado tan amplio como particularmente disparatado en tiempos de crisis. Frente al clasismo que impera en cierta manera en el Kyron, en el C200 Concept modernizan sus líneas y apuestan por ofrecer mecánicas menos derrochadoras. Salvando las distancias, es como la “adaptación” de Ssangyong a la ciudad.
El C200 Concept mide 4.4 metros de longitud, 1.81 metros de ancho y 1.69 metros de alto, situándolo a la altura del Toyota RAV4 y por debajo de modelos como el presentado BMW X1 o el Ford Kuga, a más de 10 cm de longitud del Nissan Qashqai. Con ello podemos hacernos una idea de por donde intenta tirar Ssangyong, hacia clientes más jovenes que buscan una cierta conciliación con menores espacios externos y con un confort más parecido a una berlina.
Adelantando el futuro modelo de producción, el C200 Concept olvida los términos de hibridación pero también las grandes cilindradas y se queda con un único motor para incorporar: un turbodiésel de 2.0 litros que ofrece 175 CV y un par máximo de 370 Nm. La caja de cambio asociada es una manual con 6 marchas y se ofrece la posibilidad de transferir la potencia a las ruedas delanteras o a todas a la vez.
Ssangyong asegura un consumo muy reducido y unas emisiones de CO2 también bajas, aunque no concreta. El motor cumple la normativa anticontaminación Euro5 y mejora su nivel de ruido y vibraciones con respecto a versiones pasadas.
La marca surcoreana no se ha pronunciado todavía acerca de equipamiento principal, aunque podemos esperar una estela similar a la de su homólogo de Nissan.