Las calles de París esconden sorpresas: Ford Mustang GT del 69

En mi incursión por el Salón de París está claro que hubo más “vida” fuera del propio recinto de exposición. Mi periplo por la capital parisina me llevó a varios puntos de la misma incluida una zona conocida por Les Marais, donde abundan los buenos sitios para comer y las tiendas. A la vuelta de una esquina, me encuentro con esta agradable sorpresa.

No todo los días te encuentras una joya clásica como ésta: un Ford Mustang GT del año 69, concretamente un Sportsroof (como el que podéis ver en un registro web muy especial). Dado el glamour que caracteriza a París, la visión de este muscle car es atractiva y sedosa a la vez. Está clarísimo que su propietario, afortunado propietario, sabe lo que tiene entre manos y tiene su Mustang de color verde oscuro bien cuidado.

Sus peculiares ópticas, tradicionalmente de cuatro faros redondos en la delantera y de barras transversales en la trasera, o sus metalizados dispuesto de forma agresiva pero entonada identitifican de manera unívoca al Mustang. ¿Se nota que me encanta?

Por poner un poco en presencia técnica, la mayor parte de estos Mustang GT del 69 incorporaban el motor 351 Windsor. Una auténtica “bomba” que devolvía 290 CV a 5.400 rpm y que era capaz de apretar con un par motor máximo de 515 Nm situados en las 3.400 rpm, gracias entre otros elementos a un carburador de cuatro bocas. La caja automática de 4 marchas Hurst permitía igualmente jugar a encabritar al GT desde sus “patas” traseras.

Quién me diera tener uno en el garaje…